PUERTAS BLINDADAS
Cuando pensamos en una puerta de seguridad, muchas veces lo primero que nos viene a la cabeza es una puerta blindada ya que, efectivamente, era la puerta más segura que había hace años. Sin embargo, las técnicas de los ladrones para asaltar viviendas han
mejorado y se han sofisticado mucho, de forma que, actualmente, una puerta blindada puede resultar un objetivo bastante fácil de sortear por un ladrón, incluso poco experimentado.
Afortunadamente, la seguridad también evoluciona para contrarrestar estas técnicas de los ladrones. Por otro lado, además, existen organismos e instituciones que ayudan a ensayar y certificar el nivel de seguridad que permitan a la persona que compra una puerta de seguridad tener la tranquilidad de que su producto cuenta con garantías.
Una puerta blindada es una puerta de madera (tanto su hoja como el marco) con un único refuerzo de una o máximo dos láminas metálicas de 0.5 milímetros de grosor.
La cerradura, al ir alojada en la propia madera, no puede proporcionar un alto nivel de seguridad, ya que la madera es un material vulnerable ante el uso de determinadas herramientas metálicas. El protector de la cerradura, a su vez, no se puede fijar sobre el interior de la vivienda, sino que se atornillará sobre la estructura existente. Al tener un cerco y bandeja de madera, esta puede ceder en caso de ser atacada con herramientas de nivel medio como destornilladores, patas de cabra, etc.
Estas puertas, además de tener limitaciones de cara a la seguridad, también tienen ciertos inconvenientes en cuanto a su mantenimiento. Por ejemplo, al tratarse de puertas cuyo principal componente es la madera, su propio peso hace que, con el tiempo, la zona de bisagras vaya cediendo y termine descolgándose la puerta.
Otro ejemplo de limitación en cuanto a su mantenimiento consiste en que los tableros van pegados sobre la hoja y no permiten su sustitución con facilidad en caso de sufrir algún desperfecto o querer actualizar la estética de la puerta.
A fecha de hoy debemos pensar que la seguridad del siglo XXI debe darla una puerta con un nivel de seguridad superior. La puerta que hace unos años era muy segura, con la evolución de las herramientas utilizadas en robos y el tipo de atacante.
Desafortunadamente las puertas blindadas han quedado obsoletas en términos de seguridad.